Los
cloroplastos
deben su color verde a un pigmento denominado clorofila.
Sin embargo, lo que en realidad existe en los cloroplastos es una
mezcla de pigmentos representados principalmente por dos tipos de
clorofila (clorofila a
y clorofila b),
por β caroteno y por xantofila.
Todas
estas sustancias presentan un grado diferente de solubilidad, lo cual
permite su separación cuando una solución de las mismas asciende
por capilaridad por una tira de papel poroso (papel de filtro), ya
que las más solubles se desplazarán a mayor velocidad, es decir,
acompañarán fácilmente al disolvente a medida que este vaya
ascendiendo. De esta manera, al cabo de cierto tiempo, a lo largo del
papel de filtro se irán situando los distintos pigmentos en forma de
bandas coloreadas, tanto más desplazadas cuanto más solubles sean
los pigmentos a los que pertenecen, y tanto más anchas cuanto mayor
sea la abundancia de estos en la mezcla.
Material
necesario
- Mortero
- Papel de filtro
- Arena de cuarzo
- Matraz
- Caja de Petri o vaso de precipitados
- Embudo de vidrio y embudo de papel
- Alcohol de 96º
- Hojas de espinaca, perejil, hierbabuena, etc.
Colocar
en un mortero trozos de hojas lavadas (quitando las nerviaciones más
gruesas) junto con 50 o 60 cm3
de alcohol de 96º y una cucharadita de arena. Triturar sin golpear
hasta que el líquido adquiera una coloración verde intensa.
Filtrar,
recogiendo el filtrado en un matraz. Se consigue así una solución
en alcohol de pigmentos.
La
solución antes obtenida se vierte sobre una caja de Petri o vaso de
precipitados. Se coloca un papel de filtro doblado en ángulo sobre
la solución y se deja en reposo el tiempo necesario (entre 20 y 30
minutos).
ACTIVIDADES
1. Haz un dibujo del
cromatograma y pon el nombre del pigmento que corresponde a cada
banda coloreada, sabiendo que la velocidad de difusión de cada uno
de ellos es la siguiente, de mayor a menor: β
caroteno, xantofila, clorofila a,
clorofila b.
2. ¿Por qué empleamos
alcohol para extraer la clorofila?
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